Un cuarteto de la Orquesta Sinfónica de Navarra/Nafarroako Orkestra Sinfonikoa ha rendido a su fundador, Pablo Sarasate, durante un acto organizado por el Ayuntamiento de Pamplona en el aniversario de la muerte del músico. El grupo estaba integrado por Anna Siwek (violín I), Maite Ciriaco (violín II), Irantzu Sarriguren (viola) y Tomasz Przylecki (violonchelo).
La celebración del acto se ha centrado en la figura del músico y su trayectoria profesional. Este año, representantes municipales se han desplazado hasta el Cementerio de San José para el evento, que ha incluido la interpretación de varias piezas musicales y una ofrenda floral ante la sepultura del violinista pamplonés.
Pablo Sarasate y Navascués nació el 10 de marzo de 1844 en Pamplona y falleció el 20 de septiembre de 1908 en Biarritz (Francia). Considerado un niño prodigio, estudió en Madrid y París, y ofreció numerosos conciertos en todo el mundo. Compuso decenas de obras para violín, con inspiración de los lugares que iba conociendo y su folklore, sobre todo, el de su lugar de origen. Entre sus obras más celebradas se encuentran Aires bohemios, la Fantasía sobre Carmen de Bizet, la Havanera número 2, el Zapateado o el Capricho Vasco.
El músico pamplonés fue asiduo visitante de las fiestas de San Fermín, y ofrecía conciertos desde los balcones del hotel La Perla, donde se solía alojar. También deleitaba con su música en conciertos en el Teatro Principal, acompañado por el Orfeón Pamplonés y la Orquesta Santa Cecilia, que presidía. Recibió el título de Hijo Predilecto de Pamplona en los Sanfermines de 1902 y cuenta con un panteón en el Cementerio de San José desde 1879, el mismo año en que fundó la actual Orquesta Sinfónica de Navarra (OSN).
Pablo Sarasate legó a Pamplona sus partituras, instrumentos, cuadros, diplomas y trofeos, que pueden verse en el Museo ubicado en la primera planta del Palacio de Condestable (calle Mayor, 2). En honor a su fama y trayectoria profesional de reconocido prestigio, la ciudad le dedicó uno de sus paseos principales.